Viernes, 17 de Junio de 2016
Eran las ocho de la mañana y la cabeza de Luis Aguilar Ramos no pensaba en otra cosa, que con Mariano ya atado, su principal objetivo era el reducir el presupuesto de sueldos del club y por ello debía deshacerse de Demichelis, que cobraba tres millones con treinta y cinco años. Acto seguido, mientras pensaba en sus cosas, entró en su despacho y allí encontró los informes que pidió hace varios días. Destacó en el del Levante a Róber, joven central cedido por el Deportivo; en el del Barcelona Juvenil a Jandro Orellana y a Oriol Busquets; en el del Castilla a Federico Valverde; y por último siguió mirando informes de jugadores como Ousama, del Real Madrid Juvenil o Hacen, del Levante. El sábado, a medianoche, informó a sus ojeadores de los jugadores que quería que ojeasen. Entre ellos se encontraba el extremo sueco Sam Larsson, que era pretendido por el Gladbach y el Torino. A la una del mediodía, ofreció el contrato a Julio Baptista y este aceptó alegremente. El sueldo del jugador se establecía en medio millón, bastante menos que Demichelis al menos. Al día siguiente, el lunes a las tres y media de la tarde llegó un nuevo ojeador que recomendó a Paul Kok, polivalente defensa de veintiún años, al que Aguilar Ramos tenía pensado fichar para el filial, el Malagueño.
El miércoles, a las diez menos cuarto de la noche, se hacía oficial el fichaje de Julio Baptista como nuevo jugador del Málaga. La mala noticia es que Jorge no vendría al club, puesto que el Málaga tuvo que cancelar su fichaje por no poder afrontar el gasto del fichaje, dando vía libre así a equipos como el Valencia o el Villareal. Más tarde, el viernes a la una de la tarde, se hizo también oficial el fichaje de Paul Kok por el club malacitano.
Pese a todos los fichajes que nuestro protagonista tenía ya atados, quedaba poco para el uno de julio y para que se desproporcionase el presupuesto de sueldos, por lo que esperaba fielmente que el PSG o el Manchester City fuera a por Camacho y pagase los dieciocho millones de claúsula que tenía el jugador para compensar el presupuesto un poco. O eso o que algún equipo viniera a por Demichelis rápido y fugaz.
Y por último, Aguilar Ramos concretó su tren de viejas glorias haciendo oficial el fichaje de Apoño, fichaje que la afición en redes sociales criticó, pero que al fin y al cabo iba a ir para el filial, por lo que Aguilar Ramos no le dio demasiada importancia.
Bueno, y hasta aquí el capítulo de hoy. Un saludo y espero que os haya gustado. Recordad darle amor al capítulo como hicisteis con el quinto.
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