miércoles, 23 de agosto de 2017

Pokémon Ghost

Pokémon Go ha invadido la vida de muchos de nosotros, muchas personas estamos conectadas cada día para ver si encontramos un nuevo pokémon, muchas personas miramos nuestro teléfono con tan sólo oír el sonido de la aplicación y hoy por fin he reunido fuerzas para contaros una historia que puede que muchos no me creáis.

Todo empezó una noche cuando yo ya en la cama sonó un sonido de notificación de Pokemon GO, la verdad... ya era muy tarde y yo no le hice ni caso. Dejé el teléfono en la mesita de noche y seguí durmiendo hasta la mañana del día siguiente. Tenía por costumbre abrir la aplicación cuando iba desde mi casa al colegio y ese día no fue la excepción. Todo zubat y pidgey lo normal de cada día. Pero me fijé que algo había cambiado... en mi nick, en la parte final, había un 6, y detrás de mi personaje ya no había mi pokémon acompañante, sino una silueta, una sombra, de un pokémon que desconocía. Solo pensé que se trataba de una nueva actualización, de cambios que estuvieran haciendo los programadores del juego, por lo tanto, sólo intenté poner mi nick como lo tenía antes y al ver que tampoco me dejaba la aplicación lo dejé, no le dí más importancia que eso.

Pero al llegar a casa, mi hermana pequeña me enseñó su cuenta porque había encontrado un pokémon que yo no tenía registrado. Como siempre, siempre fardando...  y de paso le pregunté si había visto los cambios que estaban haciendo en en el juego. Le dije lo del nick, lo de la silueta, y ella me dijo que no le había ocurrido nada a su perfil, hasta me lo enseñó, efectivamente estaba como siempre. Me sorprendió al principio, pero luego sólo pensé que podía ser una cosa muy simple... que mi hermana aún no había actualizado la aplicación. Por lo tanto me dejé de preocupar y me fui a mi habitación. Las horas pasaban, hice mis deberes, ordené mi habitación y consulté por curiosidad los nuevos cambios de la aplicación en Internet. Había gente igual que yo haciéndose las mismas preguntas, teniendo las mismas dudas, pero ninguna sin respuesta lógica. Solo habían creepypastas sin sentido que nadie se podría creer. Miré unos capítulos más de la serie que estaba siguiendo y cuando los ojos ya se me cerraban solos me fui a dormir.

Esa segunda noche me despertó otra vez el sonido de mi teléfono, otro aviso de Pokémon GO diciéndome que había un pokémon cerca. Me extrañó un poco ya que había apagado la aplicación y también había apagado mi pulsera plus, pero el sueño me venció y nació un nuevo día.

La mañana siguiente, de nuevo, siguiendo con mi rutina habitual volví a abrir la aplicación durante mi trayecto de casa al colegio, entré en mi perfil y pude ver, sorprendido, que volvió a cambiar... detrás de mi nick, donde la noche anterior había un 6, ahora había un 5. No paraba de pensar en qué coño significaba ese maldito número. Los creepypastas que leí la noche anterior vinieron todos a mi cabeza como una bandada de pájaros hambrientos, pero... ¡No podía ser! En realidad una sensación de terror recorrió todo mi cuerpo hasta el punto de paralizarme. Hasta me dio la sensación de que ese mismo día volviendo a casa alguien me seguía. Pensé que eran paranoias mías, imaginaciones de mi mente, y aunque estaba preocupado, pensé que era mejor dejar el tema. Para distraerme y no pensar más seguí jugando hasta llegar a casa.

Al llegar, mi hermana parecía que justamente también hacía poco que había llegado. Le pregunté como le había ido el día y, ya que estaba tan obsesionada con el juego, le pregunté también si había hecho alguna captura buena. En realidad, cuando le vi los zapatos tan enfangados pensé que había ido en busca de un pokémon extraño. Pero me sorprendió con su respuesta... no se acordaba de porqué tenía los zapatos así ni a donde fue para que quedaran tan enfangados. Me encerré otra vez en mi habitación haciéndome un montón de preguntas que no tenían respuesta. El cambio del nick, la silueta, mi hermana... ¿Que coño estaba pasando? Seguí pensando hasta que mi cuerpo no aguantó más.

Los gritos de mi hermana me despertaron la mañana siguiente. Iban dirigidos hacia mi. Cuando acabé de abrir los ojos pude ver como mi habitación estaba totalmente desordenada y como ella estaba realmente desorientada y con el miedo de no saber como había llegado hasta mi habitación. La tranquilicé como pude, le dije que no se preocupara, que estaba en mi habitación y que no le había pasado nada, pero mi hermana era la primera vez que tenía síntomas de somnambulismo y estaba aterrorizada. Yo no sabía qué pensar... ¿Estaba buscando algo? ¿Quería llamar la atención? ¿Por qué estaba pasando todo esto? No encontraba nada lógico... Ordenamos la habitación, bajamos a desayunar, hablé con mis padres sin contarles nada de lo ocurrido y otra vez al colegio.

Abrí como siempre el juego durante el trayecto y como me temía, el 5 se había convertido en un 4 aumentando así mis dudas. Pero ese día paso algo aún más extraño. En mi taquilla, encontré una nota donde sólo se podía leer un mensaje escrito a mano "siempre juntos". Eso, aunque lo encontré extraño en un principio, ya que nunca se me habían dado bien las chicas, en realidad me tranquilizó. ¿Podía ser que tuviera una admiradora? ¿Podía ser que la presencia que noté el día anterior fuera ella? Eso pensé...
Acabadas las clases, durante la vuelta a casa volví a abrir el juego, y como todos los días empecé a jugar, un poco más tranquilo después de saber que seguramente los ruidos que escuché no eran más que una chica tímida que me estaba siguiendo. Al andar unos pasos surgieron otra vez esos ruidos que oí. Me paré en seco y chillé que saliera suponiendo que era ella, pero solo me contestó el silencio, sólo escuche el sonido de las hojas que se mecían por un viento que además avecinaba tormenta. Miré a mi alrededor durante un tiempo y solamente me sirvió para mojarme con las primeras gotas de lluvia.

Llegado a casa pude ver que tanto mi hermana como mis padres se habían ido. Tan solo encontré una nota en el mueble de la entrada "Hemos ido al concierto ese que quería ir tu hermana, te he dejado la cena en la nevera, volveremos tarde." En ese momento recordé que mi hermana estaba muy pesada para ir a ver a unos tales... ni me acuerdo. Cogí el plato de la cena, me fui a mi habitación y me vicié un poco a la consola. Mientras jugaba, no sabía si fueron imaginaciones mías o que ya me estaba volviendo loco, pero me dio la impresión de ver gracias al reflejo del televisor una silueta detrás de mi susurrando mi nombre. Al verla me giré de inmediato con el corazón a cien por hora, pero allí solo estaba mi armario, mi escritorio, la cama, la televisión y yo. La imagen de esos ojos mirándome se me quedo grabada a fuego en mi mente. Eran más o menos las doce cuando me fui a dormir ese día, aún pensando en si lo que había visto era verdad o sólo había sido fruto de mi imaginación. Pero ya eran demasiadas coincidencias y esas historias paranormales volvían a rondar en mi cabeza. Entre esos pensamientos me dormí.

Mi nick, obviamente, volvió a cambiar la mañana siguiente a un 3 y yo ya no paraba de jugar, quería saber ya que estaba pasando, porque me estaban sucediendo todas esas cosas, no podía ser que todo fuese simplemente una mera casualidad ¡No podía creérmelo! Les conté todo por fin a mis amigos y me tomaron por un loco, se lo conté a mis padres y no me creyeron, busqué por Internet, hice todo lo posible y nada. Todo eran otra vez esas historias que me negaba a creer. El tiempo pasó rápido y el día se transformó en noche. Después de horas hurgando en páginas en busca de una posible respuesta mi cuerpo cayó rendido. Esa noche volvió a suceder lo del principio, una notificación me despertó avisándome de que había un pokémon cerca. Ni me lo pensé. Me vestí, cogí mi teléfono y al abrir la puerta de la habitación me quedé paralizado. Mi hermana estaba en medio del pasillo, con los ojos bien abiertos, parada, mirándome. Fui directamente hacia ella e intenté despertarla, pero nada, seguía quieta en medio del pasillo sin inmutarse con la piel helada. Yo estaba de los nervios, preocupado y sin saber qué hacer. Finalmente desperté a mis padres. Al volver con ellos al pasillo mi hermana estaba otra vez en su cama, durmiendo como si nada hubiera ocurrido. Ellos, que ya no me habían creído cuando les conté todo lo que me estaba pasando, incluso con lo de mi hermana esa mañana, ahora seguramente me tachaban de loco. Me chillaron por despertarlos por nada y me obligaron a ir a dormir. Tumbado, solo podía pensar en los ojos que vi reflejados en mi televisión y en mi hermana.
Estaba obsesionado, el 3 pasó a un 2 y aproveché todo el día para saber si podía descubrir algo, pero como en las otras ocasiones, nada. Intenté ponerme en contacto hasta con uno de los blogueros que había escrito una de esas creepypastas, pero nunca recibí respuesta de él. Todo esto había empezado con esos cambios en el juego, todo esto había empezado con esa notificación en mi móvil, y estaba dispuesto a capturar ese pokémon, estaba claro que al menos alguna pista me daría de todo lo sucedido. Eran ya las once y pico y yo estaba en las calles de mi barrio intentando capturar ese pokémon extraño que salía en mi radar, pero nunca lo encontré. Volviendo a casa a las tantas, encima de no haber encontrado a ese pokémon, que podría ser la clave de todo, me pilló mi madre. Me cogió el teléfono y empezamos a discutir. No me entendía, realmente pensaba que todo me lo estaba inventando, y acabó la conversación desinstalándome el juego y diciéndome cabreada que ya tendría que estar en la cama.

La mañana siguiente hablamos durante el almuerzo y aunque seguía cabreada y sin creerse todo lo que le había contado me devolvió el móvil. Ese mismo día aunque fuera estúpido y una gilipollez por mi parte me volví a instalar el juego, la curiosidad me venció. El 2 era ahora un 1. No era tan tonto para volvérmela a jugar como la noche anterior, pero ni de coña podría estar tranquilo sin encontrar por fin una respuesta a todo lo que me estaba ocurriendo. Mientras que seguía investigando en frente de mi ordenador las primeras gotas de una tormenta empezaron a caer. De repente, escuché a mi madre chillar desde la planta de abajo. Se había caído por las escaleras. Mi hermana que ya estaba en el principio de ellas y yo bajamos corriendo a ayudarla. Mi padre ya estaba con ella. Me dijo que cuidara de mi hermana, que él llevaría a mamá al hospital, y que estuviera lo más tranquilo que pudiera, que solo había sido una caída.

Los vi como se alejaban con el coche y mi hermana y yo entramos otra vez en la casa para no mojarnos mucho más con la lluvia. Vimos los dos dos su serie preferida y cuando ya era tarde la acosté. Yo igualmente seguía preocupado por mi madre, la tormenta seguía cayendo con fuerza fuera, me tumbé en la cama y cerré los ojos para no pensar más. Me despertó un trueno y miré la hora en el reloj de mi móvil, faltaba muy poco para las doce y ni un mensaje de mis padres. Iluminando mis pasos con la linterna del móvil fui a la habitación de mi hermana para ver si seguía durmiendo y ver si estaba bien. Me acerqué a su cama y... no estaba . Exaltado me puse a llamarla, miré hasta dentro de los armarios de su habitación... nada. De repente, un rayo iluminó todo el pasillo, y pude verla allí, quieta, con los ojos abiertos como la última vez, andando lentamente hacia mi susurrando una única cosa  "Ahora, estaremos siempre juntos".

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