Esta historia comienza durante la guerra narrada en Pokemon X/Y, en la cual humanos y pokemon disputaron terribles batallas. Había una pareja en particular, conocidos en todo el pueblo por ser los agricultores del campo de bayas. Él fue convocado al ejército y, en contra de su voluntad, fue obligado a partir a la batalla. Semanas después, a su mujer le comunicaron que aquel hombre cayó en combate, hundida, decidió abandonar el huerto de bayas y convertirse en la jardinera del Palacio Cénit, situado en la misma ruta, llevándose consigo únicamente una bolsa de ropa y la espada de su difunto esposo. Más tarde, la mujer llevaba tanto tiempo sin poder conciliar el sueño que ya no parecía ella misma, e inevitablemente cayó enferma. Una noche, entre sollozos, pudo observar cómo la espada de su esposo comenzó a levitar en la habitación: era un Honedge! Al verlo, supo al instante que se trataba de su amor, que había vuelto de entre los muertos para acompañarla.
Con el tiempo, su estado de salud mejoró a pasos agigantados, acompañada de nuevo por su alma gemela... La guerra finalmente terminó y vivieron muchos años felices, pero nada dura para siempre: con el paso de los años ella fue envejeciendo y al final murió. El Honedge se quedó entonces como su mujer, solo. Así que se dedicaba a deambular por los jardines por la noche, esperando no ser atrapado por cualquier entrenador.
Con el transcurso de los días, Honedge estaba de peor humor, de tal manera que comenzó a enfrentarse a los pokemon del jardín del camino de la entrada y, más tarde, a los entrenadores que se atrevían a entrar. Al ir ganando batallas, adquiría más experiencia hasta el momento en el que, de repente, notó algo diferente: estaba evolucionando! Tras el proceso, observó que, de la nada, había aparecido otra espada junto a él: era su mujer! Además, en esta ocasión podían comunicarse telepáticamente el uno con el otro y volver a ser felices como en los viejos tiempos...
Según la historia, se puede encontrar un Doublade variocolor la noche del aniversario de la pareja en el huerto de bayas, donde aparece para recordar su vida conjunta pasada.
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Como véis, he querido hacer un pequeño homenaje a un Pokémon sobre el que hablamos hace unos días. Espero que os haya gustado, a pesar de no ser demasiado tenebrosa, pero un final feliz de vez en cuando nunca viene mal, ¿no? Decidme en los comentarios o por Twitter si queréis más finales dignos de los Teletubbies, si preferís volver a los orígenes (y al mal rollo también, de paso), u os mola más analizar en profundidad descripciones de la Pokédex. Recordad que estas entradas son para VOSOTROS, así que cualquier sugerencia será más que bienvenida.
Un abrazote!!
-Rosa ^^
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